En ese momento cuando dejas de mirar y sólo comienzas a ver, ves el paisaje, ves las imágenes, ves el sol, como si fuese algo efímero e intocable, es entonces cuando tu vida pasa frente a tí sin que te des cuenta. Las emociones son dejadas de lado y puede olerse el vacío a kilómetros. Pero es así como un instante, o lo que crees que es un instante es una vida, una vida fría y vacía, sin sentido, que no vives porque no sientes y no sientes porque no vives. Y no vives porque no miras, porque sólo ves el mundo con otros ojos, ojos que no ven ojos que no sienten, corazón que no late...