Frida

Frida
Viva la vida

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Tocar fondo.

Hay en la vida demasiadas metáforas trilladas acerca de tocar fondo y preferiría no caer en ellas. Lo mismo acerca de la tristeza y sentirse vacío y así también del amor. No voy a hablar de eso, en su lugar prefiero excusarme. Nunca puedo escribir cuando estoy feliz o cuando estoy bien y me siento plena, supongo que tiene que ver con mi lado que responde y sigue el imaginario social de aprovechar esa felicidad y vivir a pleno los momentos, o los pocos momentos no tristes que la vida nos regala. Por momentos me olvido de la vida y me pierdo en el vacío que hay en mi interior. No pude terminar de leer Memorias del subsuelo, y la realidad es que nunca había dicho que no podía con un libro, sin embargo este libro pudo conmigo, me hizo ver como soy como me odio y al mismo tiempo como me siento tan superior que termino por ser solo un insecto que tiene conciencia y no sabe utilizarla. En fín, estoy triste, toco fondo. Espero que la alegría vuelva proximamente.

martes, 19 de abril de 2016

Despedida al viento. (Versión corta)

Se conocieron sin pensar un día soleado en pleno otoño, su amor crecía con cada mirada, era tan puro y perfecto que todo parecía tan irreal. Eran muy diferentes, y nunca supieron lo que los unió.  Sin darse cuenta él le había enseñado tantas cosas, cosas que ella jamás aprendería de no ser por él. Porque son cosas que no aparecen en los libros sino que la vida misma te enseña con sólo vivirla

Él era frio, sus sentimientos se ocultaban debajo de muchas capas, capas que eran difíciles de atravesar pero su corazón era puro y lleno de intenciones por lo que ella decidió romper cada capa que lo cubría para poder llegar a su interior. Sabía que había mucho en juego y que no sería nada fácil pero por el otro lado era consciente que la recompensa sería grande. Lo que nunca espero fue lo que cada capa desencadenaba. Y no sabía si estaba lista para poder enfrentar todo eso.

Su actitud empeoraba conforme pasaban los dias, se volvía mas frío y todos los progresos que ella alguna vez había creído hacer se desvanecieron en el aire casi como si nunca hubiesen existido
Si tan sólo él hubiera sabido de cada noche que abrazaba a su almohada y lloraba hasta dormirse la hubiera tratado mejor. Hubiera hecho lo que sea para no hacerla sufrir de ese modo tan cruel. Lo que él ignoraba era que conforme pasaban los días su corazón se agrietaba cada vez más, su alma envejecia y se marchitaba, pero
cuando lo supo ya era demasiado tarde.

Todo parecía perfecto, pero un día él siemplemente desapareció, fue como si el mundo se lo hubiese tragado...

Y de repente dudé de su existencia, dudé de mi cordura y sobre todo de mi capacidad de seguir adelante luego de todo lo que había pasado. Sentía que mi mundo de repente se oscurecia. Y todo a mi alrededor pareció desvanecerse.

El día que pasó a mi lado sin voltear supe que todo habia terminado y lo que más me dolió fue que en ese instante me di cuenta de que todo esto nunca había significado nada para él. Me enamoré de una forma que sólo sucede una vez. Pero él necesitaba crecer. Y yo curar mis heridas.

jueves, 18 de febrero de 2016

Love hurts.



El amor es algo que te consume, o estas muy feliz o estas muy triste, en este caso la tristeza arraigaba todas mis capacidades eclipsándolo todo. Sentía que todo pensamiento me llevaba a él y todo aquello que había pasado.
Camine senderos invisibles cada vez que él me miraba, el mundo no parecía un lugar oscuro y sombrío como siempre lo había visto, lo raro de los arcoíris es que llegan luego de una tormenta, pero a su vez no son eternos, los bellos colores surcan el cielo con la intención de hacernos creer que todo está bien y que va a ser así al menos por un tiempo. Pero todos sabemos que la felicidad es una de las metáforas más engañosas que la vida nos presenta en el camino.
No sé en qué momento pasó todo, recuerdo cada segundo a su lado, sólo no logro distinguir el momento exacto en que mi arcoíris se fue para nunca regresar.
Noche tras noche se había convertido en un ambiente oscuro llenando el aire de infinita hostilidad hacia mí, aquella tan lejana noche parece perdida entre algún lugar de mi memoria, tan ausente y presente a la vez que casi podía reproducir con exactitud la intensidad del primer golpe que había azotado mi mejilla, ardía cual fuego vivo, quemaba, pero a la vez no sabía distinguir cual era el peor dolor, el físico o el de la humillación. Más y más golpes siguieron al primero haciéndome ver que así pasaría el resto de mi vida, que no había escape porque realmente no lo había. Dormíamos en la misma cama, las sabanas siempre estaban manchadas de sangre que se escapaba de lo más profundo de mí ser,  llegué al punto sin retorno donde cada día era una pesadilla, cerraba los ojos y fingía que todo estaba bien, respiraba con la poca fuerza vital que todavía creía tener dentro mío. Golpe tras golpe sólo hacía que me sienta menos humana y casi ya dudaba de mi existencia.  Vivía con miedo de dar un pequeño paso en falso y desatar la catástrofe, la enorme tormenta que sólo parecía estar arriba mío. Caminaba despacio, cuidaba mi andar, no lo miraba a los ojos. Dejaba que me golpee pensando que me lo merecía, que todo era mi culpa. Cada vez dolía menos y pensé que el fin estaba cerca. Pero no lo estaba, no para mí. Un día de lluvia junté todas mis partes que él había deshecho y me fui. Ese día me di cuenta que para cada noche oscura existe un día esperando para brillar.
A veces no puedes decirles a otros como te sientes, no porque no confíes, o temes que algo malo suceda, sino porque no encuentras las palabras que describan tu estado de ánimo. Sin embargo sabes que todo ha terminado cuando prefieres mil veces los recuerdos sobre el presente. Sabes que todo termina cuando cada herida se vuelve una cicatriz, dejando en tu piel marcas que sólo sirven para contar anécdotas de historias pasadas que sólo son eso, historias.
Las rupturas son así, sientes que el mundo se derrumba en mil pedazos, es una metáfora trillada pero muchas veces cierta, algo en tu interior se rompe y la torre conformada por recuerdos y momentos especiales comienza a apagarse hasta que se desvanece.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Historia de un lobo feroz.

Era una tarde aburrida, decidí recostarme a la sombra de un sauce añoso. Hacía calor y no tenía nada que hacer, digamos que ser el lobo feroz no implica mucho trabajo, solo verse intimidante y punto.
 Tenía mi mazo de cartas en la mano por si pasaba algún animalito tonto para reírme un momento de su torpeza. Me puse a pensar en Caperucita Roja, la niña que robaba mis suspiros cuando salía a cortar flores por las tardes. Era una joven adorable cuando caminaba, solo quisiera que no me tuviese tanto miedo, no soy tan feroz como todos piensan, me asusto fácilmente y hasta soy vegetariano. Esa misma tarde la vi pasar, el corazón se me detuvo unos instantes y solo pensé en cómo llamar su atención, vi el mazo de cartas que tenía aun en mis manos y se me encendió la lamparita. Fui corriendo hasta ella y le dije si quería jugar a algo. Me respondió que sí, asustada y todo, tan buena ella. Jugamos a las cartas un buen rato. Luego me dijo que se hacía tarde para ir a casa de su abuela, yo no quería que se vaya, así que rápidamente invente algo. Le pregunte si le gustaría que hiciéramos una carrera, que yo iría por el camino más largo y ella por el más corto y que el perdedor tendría que regalarle algo al otro, engañándola. Ella acepto, desde luego. Corrí con todas mis fuerzas hasta llegar a casa de su abuela,  para así poder impresionarla.
Mi mala fuerte fue tal que al llegar a casa de su abuela, abrí muy fuerte la puerta, la golpee y ella cayo desmayada. La reacción al despertarse y ver un lobo feroz en su casa no sería la mejor, así que con cuidado la encerré en el ropero, me puse sus anteojos, su gorro y me recosté en su cama. Justo ahí llego Caperucita, se acercó a mí y me miro con cuidado, luego me dijo:
⁻ ¡Abuelita que ojos tan grandes tienes! 
⁻Son para verte mejor⁻ le dije tratando de afinar mi voz.
⁻Abuelita que orejas tan grandes tienes⁻ insistió ella.
⁻Son para escucharte mejor mi ángel.
⁻Abuela que dientes tan grandes tienes.
⁻Son para comerte mejor ⁻ dije ya sin ideas sobre que decir.
⁻ ¿Qué cosas dices abuela?
Entonces la vieja, que ya estaba despertando salió del armario y me acuso de lo que le había hecho. Me sacaron los anteojos, las ropas de la abuela y Caperucita dijo que nunca más volvería a hablarme, eso me rompió el corazón. Y así volví a mi sauce me acosté y tome una siesta.

Pero la abuela aun no conforme con esto, mando al guardabosques para decirme que me vaya, y eso hice. Me fui para ya no causar más problemas.

jueves, 22 de octubre de 2015

Filosofía barata

Yo no soy filósofa, no tengo amor por la sabiduria y sobre todo tampoco tengo tantos años de vida, pero a veces me pregunto tantas cosas, preguntas sin respuesta que vuelan velozmente de vez en cuando por aquí cerca, ¿El mundo es un pañuelo? me refiero a que realmente el mundo se ha convertido en un papel de verdad, ¿Acaso esto es cierto? No lo sé a veces ni siquiera sé si tengo ganas de descubrirlo realmente pero aquí va mi filosofía barata.

Papel, eso es lo que somos, algunos dicen que estamos hechos de polvo, eso es lo que algunos dicen no puedo negar o confirmar teoría, pero si puedo decir que es así. Que hoy por hoy somos de papel, frío y fugaz papel. Nacemos en blanco y depende de nosotros intentar que se llene de colores, podemos ser rojos; violetas; negros o incluso seguir siendo blancos. Te preguntaras qué color tengo yo, yo los tengo todos. Y soy feliz por ello. Veo papeles blancos tan perdidos en el inmenso pañuelo, otros vuelan como el viento otros permanecen igual en el mismo lugar, en cambio están los que quedan que están tan desgastados como el tiempo mismo. La realidad es que aunque somos papel la vida no nos rompe fácilmente. No soy polvo, yo soy papel pero un papel que está lleno de colores y pretende cambiar al mundo... y luego sucede que eres demasiado diferente y el pañuelo decide que no debes resaltar porque ser IGUALES está bien. ¿Lo está? ¿No lo está? A ciencia cierta no lo sé pero nadie quiere saberlo. y si alguien quiere pues bueno es el turno de filosofar.

martes, 13 de octubre de 2015

¿SER REBELDE?

En la sociedad en que vivimos ser rebelde ha perdido su significado.
Las cosas ya no son como antes, ser rebelde es no seguir la corriente, es no "ser igual" no ser precido. Eso, como digo, era antes. La rebeldia antes era teñirte el pelo de un color extraño y llamativo, tatuarte en lugares locos, pero eso ahora forma parte de algo tan común que su significado es obsoleto. La rebeldia hoy, para mí es no teñirse, no tatuarse, no fumar, no tomar. Porque es exactamente eso lo que hace todo el mundo. ¿Entonces en qué quedamos? Elijo ser rebelde, yo, si yo. Porque no sigo a la multitud, no tengo miedo de hacer las cosas sola, no tengo miedo de intentar y fallar. No tengo miedo de ser feliz, no tengo miedo a que la gente me use, me pisotee y me pateé porque yo voy a seguir viviendo igual, voy a seguir siendo feliz igual. Aún así. La rebeldia es vivir sin miedos, es hacer lo que uno quiere porque quiere cuando quiere y no porque hay una amenaza o un miedo de quedar afuera por detrás. Soy rebelde hoy, porque yo lo elijo, porque soy feliz así, libre de abrir mis alas y volar. Como si no hubiera un mañana, tal vez lo haya o tal vez no. Sé rebelde conmigo...

viernes, 18 de septiembre de 2015

Paraíso.

Dime hermosa paloma blanca, ¿Por qué te empeñas en dejar el paraiso?
Dime pequeña cuál es la iniciativa de tu desición, no quiero que nadie te lastime, y a donde vas eso sucede siempre. Dime el ¿Por qué de tus alegrías? y el por qué renuncias a ellas. Dime todo lo que tengas que decir antes que llegue el día. Te irás lejos y el viaje será largo. Mucho más largo que todos lo cielos que has volado. Dime por qué no quieres mirar atrás. Entenderé tus dudas y te tomaré la mano. Entenderé tu vida y por qué de todo lo que has pensado. La vida es un paraíso y en cambio tú eliges el cálido infierno, tal vez tengas inviernos cálidos pero te aseguro que los veranos no serán agradables. A dónde vas abundan las tristezas y las soledades, y todo eso no va contigo.
Entonces sigo, dime tan sólo dime y deja todo salir, cuentáme tu vida o sólo dime una palabra, pero haz algo y no dejes que todo el calor de tu cuerpo se evapore con el aire. No dejes que tus sonrisas se apaguen y mucho menos tu corazón. Ahora sí te digo paloma, porque en un instante tus alas crecieron. Son tan blancas y suaves, como tú Paloma, dime tan sólo dime algo y no dejes que me muera contigo. Envíame postales de tus infiernos, muestrame como es la vida después de la muerte, cuentáme cómo es morir, aunque no hace falta que me lo expliques, morí contigo aquel día. Yo fui tus alas yo te acogí en este frágil mundo, pero ahora te has ido, y lo que yo creía el paraíso, sin tí ya no lo es. Me aferro a tu recuerdo. A tu sonrisa, y ya no pienso que te fuiste a un mal lugar, porque tú le das luz a cualquier lugar, incluso al infierno. Y sólo allí comprendí que la vida era un paraíso contigo a mi lado, y que tu estas mejor que yo, porque el paraíso eras tú y no la vida, y al irte te lo llevaste contigo y yo soy el que está en el infierno, en aquel donde ya no puedo oír tu risa ni ver toda esa luz con la que me acogías. Ya no, ya te fuíste, disfruta tu paraíso.